¿Quién se ha llevado mi queso? Reflexiones en tiempos de cambio
Llevo tiempo sin pasarme por aquí. Una de las razones —aparte de la procrastinación, que también tiene su parte de culpa— es que he estado preparando un nuevo vídeo para nuestro canal de YouTube, que ya está publicado y que también podéis ver en la sección de vídeos de esta página. En él hablamos sobre “El secreto de vivir más y mejor”, un tema que nos invita a reflexionar sobre cómo cuidarnos y aprovechar mejor la vida.
Por otra parte, hace unos días, mientras miraba la estantería, me encontré con un libro que me acompañó hace ya años: “¿Quién se ha llevado mi queso?” de Spencer Johnson. Y pensé: ¿por qué no volver a leerlo? Ahora que la vida nos pide adaptarnos a tantos cambios, parecía el momento justo. Y claro, después de terminarlo me dije: si en este blog hablamos de enigmas, misterios y también de libros que nos hacen reflexionar, ¿cómo no compartirlo aquí? Así dejamos de procrastinar y retomamos nuestras reflexiones.

De qué va el libro
El libro es corto, sencillo y está escrito en forma de fábula. Cuatro personajes —dos ratones y dos liliputienses— viven en un laberinto en busca de queso. El queso simboliza lo que cada uno desea en la vida: seguridad, éxito, amor, trabajo, estabilidad…
Cuando un día el queso desaparece, cada personaje reacciona de forma diferente. Ahí está la enseñanza: no todos afrontamos los cambios de la misma manera, y nuestras decisiones marcan la diferencia entre avanzar o quedarnos atascados en la queja.
Lo curioso es que, pese a la sencillez del relato, uno termina viéndose reflejado en más de un personaje. Y eso siempre incomoda un poco… pero también sirve para despertar.

Lo que me ha aportado esta relectura
La primera vez que lo leí lo vi como una historia rápida de entender, con un toque motivador. Pero ahora, con algo más de camino recorrido, lo percibo distinto:
-
La sencillez es su fuerza, porque a veces olvidamos que las lecciones más claras no necesitan adornos.
-
El cambio es inevitable, pero nuestra reacción es lo que realmente podemos elegir.
-
El queso no es eterno, y aferrarnos a lo conocido puede ser más peligroso que el propio miedo a lo nuevo.
Quizás por eso este tipo de libros conviene leerlos más de una vez. No porque cambie el texto, sino porque cambiamos nosotros, y de repente nos habla de otra forma.

Una crítica constructiva
El éxito del libro es innegable, pero también tiene sus puntos débiles:
-
Demasiado simplista: la vida real es más compleja que “sal del laberinto y ya está”. A veces hace falta brújula, linterna… y paciencia.
-
Con cierto aire empresarial: fue muy usado en oficinas, como si la moraleja fuese simplemente “acepta el cambio sin rechistar”. Y claro, hay cambios que también conviene cuestionar.
-
Poca profundidad: se lee en una hora, lo cual es una ventaja, pero si buscas un análisis más amplio, se queda corto.
Aun así, creo que esa es parte de su encanto: no pretende darlo todo hecho, sino dejarte preguntas. Y a veces una buena pregunta vale más que cien respuestas.
Conclusión
“¿Quién se ha llevado mi queso?” es de esos libros que merece una relectura cada cierto tiempo. Porque según el momento vital en que estés, la historia resuena de un modo distinto.
En mi caso, me ha recordado que quedarse agarrado al queso viejo no sirve para nada. Lo importante es aprender a soltar y tener el valor de explorar lo nuevo, aunque al principio incomode. Porque esperar eternamente a que vuelva el queso a la mesa… bueno, eso solo funciona si tienes un ratón generoso de vecino.

👉 Y ahora te pregunto: cuando la vida te cambia el queso, ¿prefieres esperar sentado o sales a explorar el laberinto?

Magnífico
Muy bonito